2001, comienzo a vivir en la contradicción.
La Cuarta Pared ha sido
una constante para mi generación, y quizá para mi vida. Ya en los 90 suponía un
contrapunto al medio. Junto a Ensayo 100 se configuró como un espacio de
pensamiento y emoción que a ojos vista caló en el Madrid cultural, en sus
visitantes, y en mi misma.
En 1999 estrenan la
primera parte de la trilogía de la juventud: Las manos. Una construcción del abandono de los jóvenes de la aún
poblada España rural. Como urbanita de catálogo asisto ojiplática a la
representación de un micromundo desconocido.
En 2001 llega Imagina, una reconstrucción de los
ideales setenteros, y es ahí donde la contradicción se hace una conmigo. La
literatura ya había calado en mi vida, las irregularidades de la sociedad
sembraban desde hacía años dudas en mi cabeza, pero Imagina fue la primera obra que me dejó sin aliento. La emoción me
golpeó y el razonamiento tuvo que agachar las orejas. Desde entonces no puedo
escuchar Imagine sin un nudo en el
estómago.
24/7
cierra la trilogía en 2002, y yo, joven ya, trato de ver, que no es poco.
En 2013 programan en
sus tablas La fiebre, espectáculo de
donde tomo prestado el “vivir en la contradicción”. Un Israel Elejalde soberbio
vuelve a arrancarme el corazón con una interpretación de un texto demasiado
cercano.
2018, me insisten en
que vea Nada que perder. Javier G.
Yagüe en la dramaturgia me recuerda 1999 y digo que sí, seguramente sea una
buena obra.
No me equivoco, tres
actores ejecutan roles móviles. La historia arranca con fuego e interrogantes,
un profesor de Filosofía, un hijo, una familia, dos familias, una jirafa, Baba,
miseria, dolor, y España. La puesta en escena se presta a una ductilidad
despreocupada que se encarga de dosificar el desencanto que llega a las gradas.
Hay niños, y hay miedo. Hay sonrisas y viejos. Hay identidades asesinas. La
Cuarta Pared no defrauda, asisto pasados los 30 a nuestro presente hecho drama
y marco un punto más en nuestra historia, en mi historia.
Queda una semana,
cuatro años en cartel. No parece buena idea perder la oportunidad de que un texto
se te clave en las entrañas, pero si eres un cobarde, no me hagas caso.
Nada que temer
Teatro: Sala Cuarta Pared.
Dirección: Calle Ercilla, 17.
Fechas: 25, 26 y 27 de enero a las 21:00.
Entradas: Desde 11 euros en entradas.com y Cuarta Pared
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