¡Corre! al teatro Galileo antes del 5 de noviembre a ver esta genial pieza de un
teatro realista, un drama cercano, obra de sentimientos, de problemas de la
vida cotidiana que removerán tu conciencia.
¡Corre! Es una obra de teatro que cautiva desde el primer
momento al espectador al intentar explicar los sentimientos que mueven a sus personajes y de la
que uno no puede despegar la vista, puesto que cada escena te envuelve y te hace entrar, de lleno, en la
mente de cada uno de los protagonistas de esta bella y dura historia.
Con una escenografía minimalista que recrea 5 ambientes
distintos, esta pieza se apoya en recursos técnicos de iluminación y sonido que
cobran un papel muy importante en el desarrollo de esta trepidante historia que
cuenta los problemas, los sentimientos, los remordimientos, arrepentimientos y
perdones de dos hermanos a los que la vida ha colocado en situaciones
diametralmente opuestas debido, en parte, a una infancia con distintas influencias provenientes de la relación con una madre que va cobrando protagonismo a lo
largo de la historia y que provoca el reencuentro de Emma con Kiko varios años
después de la última vez que se vieron.
La dramaturgia y dirección corren a cargo de Yolanda García
Serrano, ganadora del premio Lope de Vega por la co producción de la obra
Shakespeare nunca estuvo aquí en el año 2013. Ha escrito guiones y dirigido series de televisión, un par de novelas, cortometrajes y películas pero quizás
sea ¡Corre! su obra cumbre hasta el
momento, no sólo por cómo está escrita, sino por cómo ella misma dirige a un
elenco excepcional dando vida a una historia de pasiones y odios fraternales en
unos escenarios sórdidos que recrean los ambientes carcelarios donde se dan
cita los protagonistas.
Emma es una persona que, contra todo pronóstico, consigue hacer
frente a una infancia complicada marcada por su relación con su hermano pequeño
Kiko. A muy corta de edad, Emma se ve obligada a renunciar a su niñez para
ejercer de madre y de hermana mayor a la vez. Esto ha ido construyendo su
conflicto interno; mezcla de esperanza y decepción, sentimientos contra los que
tendrá que lidiar a lo largo de toda la trama y que envuelven la relación con
su hermano.
Profesora de música, con una vida perfectamente construida y
ordenada y una pareja que cuida de ella, Emma encontrará su debilidad en su
hermano pequeño, al que hace varios años que no ve pero al cual debe acudir por
circunstancias familiares provocando el desarrollo de situaciones que la llevan
al límite y que no sabe cómo gestionar. Para Emma, el reencuentro con su
hermano en la cárcel, supone un retroceso a escenas del pasado que hacen
aflorar en ella sentimientos de protección y anhelos de cambio, pero también de frustración
y negación hacia esa relación. En el transcurso de su conflicto, tendrá que
priorizar o su propia vida, o la de su hermano.
Kiko, el otro protagonista de la historia, es una persona
que, a costa de querer llevar una vida
fácil y sin reglas, está pagando las consecuencias de su rebeldía y se ve en
una situación de la que necesita escapar. Al igual que su hermana, tuvo una
infancia delicada y más dura que la de Emma, pero, en lugar de buscar la salida
afrontando los problemas, se ha dejado arrastrar por esa mala suerte que él
piensa que lo persigue a todas partes.
Esa vida desestructurada, sin obligaciones, sin rutinas e,
incluso, sin haber desarrollado un trabajo decente, es lo marca su
personalidad, sus inquietudes, sus motivaciones y todo su ser. Porque, para él,
la vida no es para tomársela en serio y la manera en la que entiende su
supervivencia no pasa por hacer lo que hace todo el mundo.
Sin embargo, un hecho puntual que motiva el reencuentro con
su hermana, hace que Kiko vea una luz al final del túnel y piense que tiene una
última oportunidad de cambiar su destino. Éste focaliza toda su motivación y
entusiasmo en una competición deportiva que puede cambiar el rumbo de su vida. En
el esfuerzo de la preparación, tendrá que pelear una vez más contra el ambiente
y contra sus instintos si quiere ver su objetivo conseguido. Pero, cuando uno
ha tocado fondo, esto no es una tarea fácil.
Mientras tanto, su hermana, quiere volver a confiar en él,
intentando animarle a conseguir su objetivo y buscando la mínima excusa para
darle otra oportunidad y dársela a sí misma, a costa de poder romper con la
estabilidad de su vida.
Kiko y Emma visualizan de una manera completamente distinta
la relación que les une. Mientras que para ella, ver a su hermano es mezcla de
intranquilidad, de recuerdos oscuros y enfrentamientos, para Kiko, los
encuentros con su hermana, son la única vía de escape de las paredes que marcan
su situación en el presente. Él sabe que Emma es la única persona a la que
siempre ha encontrado a su lado y ella sólo busca ser capaz de desprenderse de
la adicción que supone el trato con su hermano.
Es una obra dura y con un trasfondo social importante pero
en la que el contraste de las personalidades de ambos pone al espectador en
situaciones cómicas que ayudan a romper la enorme tensión que están viviendo. Es
una de esas risas que descargan la tensión, casi siempre marcadas por salidas
de Kiko que desconciertan al espectador por la manera en la que decide abordar
situaciones delicadas y complejas.
Desde el patio de butacas uno se implica en la trama con
tensión, ternura desconcierto y poniéndose, o intentándolo al menos, en la piel
de dos personas que, a pesar de ser tan distintas, comparten una serie de
sentimientos y un difícil pasado que marca su presente.
El cambio de escenas es ligero y, siempre marcado por
iluminación y una exquisita selección musical que consigue zambullir aún más al
público en los distintos ambientes que se recrean, reforzando esa sensación de
intensidad que queda de manifiesto durante toda la trama.
Hay que destacar también la existencia a lo largo de la obra de personajes invisibles con los que los protagonistas mantienen conversaciones que marcarán el devenir de ambos. Por una parte el marido de Emma, con el que ella de desahoga tras los encuentros con su hermano, y por otra parte el personal de la cárcel, con los que Kiko tiene una relación marcada por su fuerte personalidad.
Los actores que dan vida a los protagonistas de la historia
son, por una parte, Nur Levi, que desde pequeña ha estado siempre vinculada al
mundo del teatro y el espectáculo por pertenecer a una familia de artistas. A lo largo de sus más de 20 años como
profesional del mundo de las tablas, Nur nos ha impresionado en multitud de
papeles teatrales como Rosencrantz y Guildenstern han muerto, Sueño de
una noche de verano, y Los hilos de Vulcano y ha participado en series de
televisión y películas como Doctor Mateo, Punta Escarlata, Pasos de Baile o Las
Maletas de Tulse Luper 2. En el papel de Emma, Nur saca a relucir su lado más dramático. Atosigada, como co protagonista de la pieza, por una relación con su
hermano Kiko que no la deja vivir en paz, pues si bien sabe que su hermano no
tiene salvación posible por su actitud y los delitos cometidos a lo largo de su
vida, un fuerte sentimiento fraternal la une a él creando un terremoto de
sentimientos dentro de ella que además tendrá que defender frente a su marido.
La interpretación de Nur cautiva al espectador y hace que la sientan como una
persona fuerte y frágil a la vez, atrayendo la compasión de todos los
espectadores.
En la otra parte tenemos a Carlos Librado, más conocido como
“Nene”, que durante 12 años fue futbolista profesional y que cambió el terreno
de juego por el escenario protagonizando multitud de monólogos en El Club de la
Comedia y participando en series de televisión como B&b, películas de
reciente estreno como El Guardián Invisible y obras de teatro como Te elegiría
otra vez. En su papel de duro, Nene borda al personaje de Kiko, dotándolo de un
sentimentalismo confrontado en el amor hacia su hermana y problemas
psicológicos de inestabilidad emocional y focalizando todas sus energías en el
reto que el personaje se propone en la obra, “bajar de los 12 segundos”. Como
no podía ser de otra manera, las notas cómicas de la obra están protagonizadas
por Nene en un personaje que quizás tiene aún un punto de inmadurez al no
querer afrontar los problemas que le plantea la vida y que se retrata en el
papel de hermano menor de Emma, en la que depositará toda su confianza para
poder cambiar su suerte.
Como decía al comienzo de estas líneas, corre al teatro Galileo antes de que pierdas la oportunidad de ser partícipe de la especial relación de estos dos hermanos, de seguro, no te arrepentirás de haber asistido.
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¡Corre!
Teatro: Galileo
Dirección: Calle de Galileo 39
Fechas: Del 11 de octubre al 5 de noviembre de 2017. Jueves a sábados 20:00 h. Domingos 19:00 horas. Funciones adicionales los días 11 y 31 de octubre y 1 de noviembre
Entradas: Desde 11 € en Atrápalo, Grupo Smedia, Entradas.com, Ticketea. Hasta el 5 de Noviembre.
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