Con el título del espectáculo seguro que os imaginais que una comedia no es.
Estais en lo cierto. “Veneno para ratones” es un drama con suspense que me tuvo
con el corazón en un puño durante largo rato. Sin aire llegué a quedarme. ¡Qué obra!
La podéis ver en La Pension de las Pulgas, una sala de la que ya os hable
cuando fui a ver “Capricho”. Si todavía no habéis ido a conocerla, no dejéis pasar
mas tiempo. Es diferente a todos los teatros que podáis conocer.
¿De qué va “Veneno para Ratones”?.
Julia y Diego son madre e hijo. Viven en la misma casa pero son unos
completos desconocidos el uno para el otro. No quieren conocerse y no se caen
muy bien. Eso se huele desde la primera palabra que se dicen el uno al otro. Lo
que no llegué a imaginarme era el punto hasta el que llegaba ese
desconocimiento y maltrato.
¿Dónde está el punto de inflexión que hace que todo cambie?
Eso me preguntaba yo al comienzo. Salí de dudas en cuanto me enteré que la noche en la que se desarrolla la obra, llegaba Mau a ese pequeño reducto
familiar, el primer hombre que conoce Julia tras 25 años.
Y hasta aquí puedo leer (como diría Mayra Gomez Kemp)
La obra está escrita y dirigida por
Alberto F. Prados, y protagonizada por
Isabel Ampudia (nominada al Goya en 2005), Mauricio Bautista y Sergio Pozo.
Es la segunda obra de la Compañía La Lirio. Supone un cambio
de registro radical respecto a su primera obra “Selfie”, de la cual también os hemos hablado en Butaca de Primera.
A mi "Veneno para Ratones" me encantó, aunque eso seguro
que ya os lo imagináis por mis primeros comentarios. El texto y las
interpretaciones son muy realistas y creíbles, cosa dificil en un espacio como es La Pensión de las Pulgas.
Los tres actores están muy bien, pero he de destacar a Sergio Pozo (en el personaje de Diego) está sublime, si le odié tanto es porque bordaba su papel, es posible que os caiga mal, muy mal, pero aun asi os gustará.
Tras él me quedo con Isabel
Ampudia y su Julia, un personaje a primeras sin personalidad, débil y que
posiblemente os de mucha pena, pero cuando termine la obra seguro que cambiais
de opinión y admiráis a Julia por su paciencia y sangre fría.
Pienso que esta obra para
que llegue al público cómo lo hace, solo puede representarse en La Pensión de
las Pulgas, el espacio es perfecto. Me sentí totalmente integrada y lo disfruté
mucho. Tiene varios giros que os van a dejar de piedra.
Aprovechad e ir a verla.
Indiferentes no os va a dejar, eso seguro.
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Veneno para ratones
La Pensión de las Pulgas: Calle Huertas, 48, Madrid
Viernes 20h y Domingos 18h (Año 2016)
Entradas: 15€
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